Cómo conseguir tus objetivos: 4 pasos imprescindibles

Todos tenemos metas en nuestras vidas, ya sea que estén escritas conscientemente en nuestra mente o no. En nuestra vida diaria no pasa un día sin que tengamos una meta que alcanzar para poder avanzar en nuestros proyectos personales o profesionales.

Sin embargo, no siempre es fácil lograr su objetivo. ¿Cuántas veces hemos jurado cuidarnos físicamente cuando llega el buen tiempo? ¿Cuántas veces nos hemos sentido culpables por ceder a nuestras ansias de comer? Y normalmente, el proceso suele ser el mismo : nos fijamos un objetivo en mente, nos motivamos y empezamos a trabajar, nos topamos con las primeras dificultades, intentamos perseverar una o dos veces, luego encontramos algo mejor que hacer, nos desmotivamos y abandonar...

Lograr una meta no es fácil, muchas veces incluso resulta frustrante, ¡pero se puede aprender! Sobre todo porque fijarse objetivos en tu vida a corto, medio y largo plazo está totalmente ligado al bienestar y la salud mental. Esto garantiza que dedicas tu tiempo, energía y esfuerzo a algo que es importante para ti. Esto te permite vivir más conscientemente. En este sentido, para lograrlo debes tener presente algunos factores clave.

Los 4 secretos para conseguir tus objetivos

La vida no tiene un manual sobre cómo triunfar siempre, es una aventura llena de pruebas, errores y lecciones. Para lograr tus objetivos, debes dar varios pasos y muy a menudo pasar por la casilla de “fracaso” . El peor error no es fracasar, sino no intentarlo. Antes de que quieras perseguir tu objetivo, primero aprende a agradecer los errores por las lecciones que te enseñan.

Afortunadamente, existe un método que no sólo te permite fijar tus objetivos de manera efectiva sino también perseverar cuando las cosas se ponen difíciles. Aquí te damos cuatro consejos para lograrlo:

Determina cuál es tu proceso

Cualquiera que sea el objetivo que te propongas, todo te llevará a convertirte en una mejor versión de ti mismo. El mayor desafío no es tanto establecer una meta, sino elegir el proceso que seguirás para lograrla. Es decir, determinar las acciones concretas para obtener resultados y acercarte a tu objetivo final.

Para obtener los resultados correctos, pregúntese: "¿Qué tarea o actividad debo completar para lograr este objetivo?" Puede hacer una lista de las diferentes opciones disponibles para usted. Por ejemplo, si quieres perder algunos kilos, el proceso implicará mejorar tus hábitos alimentarios y empezar a hacer ejercicio con regularidad. Responda por escrito en un cuaderno y sea específico. ¿Qué tipo de alimentos debes comer? Prepare un plan de alimentación para la semana, ideas para el almuerzo, una lista de alimentos para planificar.

Deja ir el apego emocional a los resultados.

No te concentres demasiado en los resultados a corto plazo. Recuerda que somos seres emocionales y si no obtienes los resultados que deseas en el plazo que te marcas, puedes desmotivarte. Los resultados de cada objetivo pueden cambiar debido a diferentes factores, muchos de los cuales están completamente fuera de tu control.

Sigue mirando hacia adelante , recordándote el objetivo final, lo que te dará una motivación constante para alcanzar tus sueños. Cada mañana será un día menos para acercarte a tu objetivo. Concéntrate en los pequeños resultados que son tu combustible para seguir avanzando.

Añade tus objetivos a tu agenda diaria

Comienza a agregar a tu agenda las tareas a completar (el proceso) para lograr tu objetivo. Si quieres visitar a tus amigos esta semana pero también necesitas hacer ejercicio, ¡haz un plan para cada día y cúmplelo!

El secreto está en organizar tus días por semana , en tener un plan de todas las actividades que necesitas realizar, lo que evitará que tengas que cambiar tus planes en el último momento. Todas las metas, por pequeñas que sean, son importantes para tu desarrollo personal.

No pospongas la lectura del libro que te interesa porque no tienes tiempo ni pospongas apuntarte al gimnasio porque tienes otras cosas que hacer. Incluso si estas mismas tareas te parecen insignificantes en este momento, son acciones necesarias para avanzar hacia tu objetivo. Date sólo un “comodín” por no completar tu tarea, especialmente en caso de un imprevisto, ¡pero ni uno más!

Empodérate y sé disciplinado

La autodisciplina es una habilidad poco común en nuestra cultura moderna y, sin embargo, una parte fundamental de nuestro desarrollo personal y profesional. La responsabilidad hacia uno mismo es la más complicada . Como seres humanos, tendemos a priorizar las necesidades que son más fáciles de satisfacer.

Es momento de cambiar y empezar a responsabilizarte de ti mismo, creer en ti mismo y en tu proceso, confiar en cada paso que das y en momentos de desmotivación, recordar por qué empezaste. Esta es probablemente la parte más difícil, pero una vez que llegas allí, nada podrá detenerte.

Establecer plazos para lograr resultados. Para algunas personas, es más fácil rendir cuentas cuando tienen una estimación de cuánto tiempo les llevará alcanzar sus objetivos.

La autodisciplina es también el poder de comprometerte con la acción, sin importar si sientes la necesidad de hacerlo o no. A veces, pensar en por qué quieres alcanzar tu objetivo no será suficiente para volver a motivarte. Pero actuar únicamente cuando sienta que es un error común que claramente no funciona a largo plazo.

Respeta tu proceso y actúa sea cual sea tu estado emocional y verás, ¡tu sentimiento de satisfacción y tu autoestima aflorarán mayores!

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Encuentra objetivos reales y mantente positivo

Todo el mundo habla del valor de tener metas y aspiraciones en la vida, pero nadie habla de lo complicado que puede ser el proceso para alcanzarlas. Es fundamental tener objetivos realistas, es decir, adaptarlos a tus posibilidades y necesidades, asegurándote de contar con los recursos adecuados para alcanzarlos, pero la autodisciplina es EL secreto de todas las personas que hoy en día tienen éxito.

Ponte a prueba, es la forma más efectiva de desarrollar todo tu potencial y demostrarte a ti mismo que lo imposible no existe. Para que el proceso sea ameno y llevadero, ten presentes los objetivos desde una perspectiva positiva. No olvide felicitarse por cualquier resultado que logre y controlar su progreso.

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